Alex Deijmann

coreografía danza

Wipcoop & beyond

#WIPCOOP 2022

Estoy convencida de que un hombre tiene más facetas que la «masculinidad» estereotipada, y esta cuestión es todo un tema en sí mismo, desconectado de la sexualidad y la Identidad.
Un hombre es más de lo que se supone que es: los hombres pueden ser duros y blandos, rosas y azules, redondos y espinosos, fríos y calientes, emocionales y controlados.

`En THE SMACKUP, Alex Deijmann juega con la idea de la masculinidad. Hace una exposición de ella sólo para subvertirla, descomponerla y explorar el espacio entre el comportamiento poco masculino y el masculino tal como lo percibimos Existe todo un espectro de masculinidad. La lucha libre espectáculo parece chorrear testosterona a cada segundo, demostrando que la masculinidad está ahí de forma continua y ubicua, obligada y alentada por todos los que la rodean. Una celebración de la violencia, pero en realidad es sólo un espectáculo, los actores rara vez resultan heridos.

Para Alex, este espectáculo de lucha libre es una metáfora de su visión de la masculinidad: es un espectáculo que puede escalar con consecuencias concretas. La masculinidad tóxica afecta a hombres y mujeres de distintas maneras. De los chicos se espera que se conformen Desde una edad temprana, experimentan la presión social para que «se hagan hombres» y les «crezcan las pelotas». Tener que «criar pelotas» es especialmente hostil, ya que pone en juego tu existencia como persona o género concreto ante el juicio social sobre tu comportamiento, actitud o modales

Se ha demostrado una y otra vez que estas mismas maneras de «los chicos serán chicos» son destructivas, tanto física como emocionalmente, para los hombres, las mujeres e incluso el medio ambiente. También se ha demostrado que el trauma de la estigmatización social debida a la masculinidad tóxica provoca mayores tasas de suicidio entre los hombres y problemas para expresar sus emociones. Además, también es esta cultura machista la que fomenta y justifica la violencia y el abuso como parte esencial de la masculinidad Por último, esta medida de la masculinidad se impone a cualquiera que desee dirigirse a «el hombre» como a un igual, independientemente de su sexo.

Alex Deijmann es bailarín, coreógrafo, improvisador, activista y científico social de formación. Quiero reconectar la danza con nuestras emociones más queridas, al tiempo que expandimos los cuerpos que hemos creado. Para Alex, estudiar sólo danza contemporánea se sentía incompleto. Aprendió diferentes estilos de hip-hop, artes marciales e improvisación para saborear una nueva estética y desarrollar su creatividad. Alex empezó con una misión: convertirse en un coreógrafo que haga una aportación significativa al campo de la danza y el espectáculo y a la sociedad. Alex quiere crear danza que sea original y poco convencional: coreografía que sea nueva en lugar de basarse en una tendencia actual o anterior. Algo atemporal y al mismo tiempo contemporáneo. Busca una danza que conmueva a la gente, de todas las formas posibles. Alex quiere hacernos mirar hacia dentro y reflexionar. De este modo, intenta crear armonía entre lo que ocurre dentro y fuera, entre el corazón y el cuerpo.

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